viernes, julio 02, 2004

Pasen y beban…

Con los años pierdo aguante al alcohol o quizás ya ni siquiera intento revivir gestas pasadas. No he sido persona de megamelocotones y tampoco he alcanzado nunca el punto de no acordarme de lo que hice, por ejemplo. Si me tengo que quedar con una curda a lo largo de mi vida… me quedo con dos.

Una de ellas fue en Munich. Calor desbordante. Finito fresquito. Manzanilla fresquita. Recogimos el stand y nos dieron las cuatro y las cinco y las seisss. Pues como que ya nos vamos a tomar una cerveza y cenamos. Sólo había tomado el desayuno (potente eso sí). Nos fuimos a cenar a un griego y estaban celebrando una boda. Teníamos que volver media hora más tarde. Para hacer tiempo que mejor que un martini, en un estómago huérfano de alimentos desde hacía demasiadas horas. Antes de cenar un vasito de anís (no sé si era tradición griega o del restaurante). Durante la cena, una botella de vino de aguja por cabeza, más anís al final y carajillo de Baileys...

En el restaurante acabé bailando sirtaki encima de nuestra mesa, con dos clientes griegos del restaurante y un camarero que se apuntó también. Luego seguimos bebiendo por locales. Fuimos a un concierto tipo Fundación Toni Manero y una corista cubana quería sacarme a cantar (vale iba taja pero controlando porque no lo consiguió). Recuerdo la vuelta en taxi al hotel… vomitando por la ventanilla del coche mientras sonaba en la radio.. hotel California y el resto del grupo hasta el taxista cantaban. Dos horitas y teníamos que coger el avión. Creo que no hay nada peor que viajar en avión con resaca. Qué digo resaca… todavía íbamos melocotones.

La otra memorable fue en Madrid. Un cóctel. Una propuesta de seguir la fiesta por los madriles (antes comí un platito de arroz para no maltratar demasiado mi estómago). Concierto en un local. Creo que era un grupo heavy, no recuerdo muy bien. Dos o tres coronitas más. Me llevaron a un sitio muy guapo como una especie de edificio con el restaurante abajo y creo que tenía el techo de cristal. Subías escaleras y había diferentes ambientes. La gente superpitimini tomando sus copas y la pista desierta. Bueno casi. Allí estábamos los tres, patinando, bailando con una alegríaaa…Me acompañaban un chico y una chica de una empresa que también habían sido invitados al sarao aquel. Yo todo el rato decía… pide la de We will rock youuuuu. La habían puesto ya dos veces. Mi amiga se fue al de los discos y se la pidió. Le dijo que ya la había puesto dos veces. Yo vi que me miraban y saludé con la mano como una princesa (una princesa borracha vale). Y la pusieron. Y salté de alegría. Casi como su me hubiera tocado la lotería. Y aplaudía y todo. Y la volví bailar. Le dije a mi amiga que cómo lo había conseguido y se ve que le dijo que la canción era para mi que estaba embarazada y tenía un antojo :O

A las dos horas de acostarme tenía que levantarme y supe realmente lo que era una resaca. Me daba todo vueltas. No encontraba la tarjeta de la habitación… claro me la había dejado puesta por fuera! Tenía que ir a una rueda de prensa. Llamé para que me recordaran dónde era la convocatoria que estaba al final de la Castellana y no encontraba el hotel que me decían de la Plaza Castilla. “¿No te han dicho nada en tu hotel? Se ha anulado”.

Albricias porque hubiera sido capaz de preguntar por las consecuencias para los electricistas de la reproducción de la cría del caracol en cautividad.