jueves, junio 23, 2011

Hotel, dulce hotel...

Hotel Hilton (Basilea): Nunca había entrado y salido tan rápidamente por una recepción de hotel antes. Todo para no toparme con el botones que al llevarme las maletas se ofreció a enseñarme la ciudad cuando acabase su turno. Royal Windsor Hotel Grand Place (Bruselas): Abrí la puerta del baño de una patada, armada con un perchero. Todo para descubrir que los gritos que salían de allí eran por el altavoz de la televisión que se encendía automáticamente al entrar. Royal Windsor Hotel Grand Place (Bruselas) II: Descubrí en medio de la noche que un brazo ajeno me caía encima. Lo lancé lejos de mí con todas mis fuerzas, esperando encontrar un miembro amputado o algo. Todo para descubrir al dar la luz que era mi propio brazo dormido totalmente. Hotel Gran Vía (Madrid): Entré en la habitación que me habían dado y me encontré con una pareja en la cama. Todo para nada porque no me van los tríos. Hotel Aitana (Madrid): Me dormí escuchando la dulce voz de una latinoamericana que explicaba a un señor que en su país era maestra... Todo porque tenía que mantener a sus niños… Hotel Aitana (Madrid) II: Fui a una rueda de prensa cancelada con una resaca del copón, bueno se podría considerar borrachera. Todo porque en el hotel se olvidaron de darme el mensaje. Hotel Condes (Madrid): Sentí tristeza por una toxicómana empapada a la que la policía decía que se secase al sol. Todo porque era de noche. Hotel Le Meridien (Chicago): Descubrí que no vale la pena ordenar la maleta con tiempo. Todo porque justo al salir no encontraba el pasaporte y todo el orden que reinaba en mi equipaje se convirtió en un auténtico caos. Le College (Lyon): Me di cuenta que podía asesinar. Todo por una compañera que roncaba como un cosaco. Courtyard New York Manhattan Upper East Side (Nueva York): Coincidí con un grupo de bomberos en el ascensor. Todo para darme cuenta cuando ya me había bajado. Hotel de Cumberland (Londres): Volví con el tiempo justo a coger las maletas y no pude. Todo porque habían desalojado el hotel por incendio. King’s College (Cambridge): Disfruté de un estupendo dúplex con toda la sobriedad estudiantil que le corresponde. Todo para dejar la maleta abajo por perrería para no subirla. Park Plaza Westminster Bridge London (Londres): Me despertaron. Todo para decirme que no volábamos que un volcán en Finlandia también se acababa de despertar. Hotel Meliá (Valencia): Desperté a mi compañera. Todo para informarla que al día siguiente dejaba de fumar. Hotel NH Ciudad de Zaragoza (Zaragoza): Entre otras cosas, caí en la cuenta de lo pequeñitos que son los vasos de cristal del cuarto de baño. Todo para gastar menos cristal, supongo.

Bruselas:
Lyon:
Madrid:
Madrid II:

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